La relación entre fe y razón.

¿Por qué cree el hombre en creencias dogmáticas? ¿Incertidumbre? ¿Inseguridad? ¿Son ciencia y razón incompatibles?
Según algunos estudios, la religión ha sido el mecanismo para hacer frente al estrés que supone no saber qué pasará en el futuro, una hipótesis que ya fue planteada en el siglo XVII por el filósofo Spinoza: “Los hombres nunca serían supersticiosos si pudieran gobernar todas sus circunstancias mediante reglas claras o si siempre fueran favorecidos por la fortuna, pero siendo enfrentados con frecuencia a circunstancias donde las reglas no tienen uso y siendo mantenidos con frecuencia fluctuando de manera lamentable entre la esperanza y la inseguridad de la fortuna, son por consecuencia muy dados a la credulidad”.
El astrofísico británico Stephen Hawking, en una entrevista que cedió exclusivamente al periódico “El Mundo” en octubre del año pasado, se declaró ateo. Al final de su libro “Historia del Tiempo”, escribió que si algún día lográramos esa «Teoría del Todo», conoceríamos «la mente de Dios». Pero posteriormente en su polémico libro “El gran diseño”, afirmó que el Universo puede crearse de la nada, por generación espontánea, y que la idea de Dios no es necesaria para explicar su origen. Al preguntarle este cambio aparente de ideas, su respuesta fue rotunda: «En el pasado, antes de que entendiéramos la ciencia, era lógico creer que Dios creó el Universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente. Lo que quise decir cuando dije que conoceríamos 'la mente de Dios' era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de comprender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La religión cree en los milagros, pero éstos no son compatibles con la ciencia».
Durante la época de la filosofía cristiana o medieval, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino sostuvieron que razón y fe podían ser armonizadas, pues diferían en su forma pero no en su contenido, pero en caso de que entraran en conflicto, la fe sería la postura correcta. Muchos científicos en la historia han sido creyentes, como es el caso de Einstein, y cabe destacar el caso de Francis S. Collins, genetista estadounidense, conocido por sus descubrimientos de genes causantes de enfermedades y por haber dirigido el Proyecto Genoma Humano durante nueve años, que en 2007 fundó la Fundación BioLogos, con el objetivo de abordar los temas centrales de la ciencia y la religión y hacer hincapié en una compatibilidad entre ciencia y fe cristiana. Según él, los milagros son una “posibilidad real” y descarta que la ciencia sirva para refutar la existencia de Dios sino que la apoya. Collins confiesa que el descubrimiento del genoma humano le permitió vislumbrar la evidencia de la existencia de Dios.
Compatibles, incompatibles o independientes, como sostenía Averroes, las relaciones entre ciencia y fe siempre serán objeto de polémica. No obstante, creer o no creer es una decisión personal, y ni la ciencia ni la filosofía deben estar limitadas por las creencias de un sector de la sociedad. La libertad de expresión es un valor a proteger, y la tolerancia religiosa también. Detrás del extremismo religioso, como sostiene el historiador británico Peter Watson, no está Dios.

Enlaces interesantes:
Si quiere leer la entrevista que le realizó el periódico “El Mundo” a Stephen Hawking, pique aquí: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/09/21/541dbc12ca474104078b4577.html
Si desea leer un artículo del historiador británico Peter Watson acerca de los orígenes del fanatismo religioso, pique aquí: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/10/actualidad/1420924810_059985.html